Publicado el 14/11/2019 a las 16:21
ANTECEDENTES
No se trata de una nueva raza de Palomo
Buchón, en la Comarca de la Axarquía y concretamente en Vélez-Málaga, es una
afición muy arraigada, teniéndose constancia de su existencia tal como la
conocemos hoy, hace unos doscientos años.
Compartiendo
esta misma afición existen dos poblaciones próximas Benamocarra con gran
tradición y Algarrobo que pese a su poca población demuestra igualmente una
gran afición.
Sin
que se pueda determinar exactamente su antigüedad, esta afición se ha
transmitido de padres a hijos, tanto sus normas como su material genético.
Aunque
hasta el momento no ha existido sobre la manera de desarrollar la afición, la
pugna ejercida entre los distintos aficionados, ha hecho que las normas no escritas
se cumplan y mantengan.
El
22 de marzo de 1991 se crea la Sociedad Columbicultora Veleña, que realiza la
primera normativa escrita sobre el desarrollo de la afición, e inicia trabajos
para el reconocimiento de la misma y la realización de su estándar.
Con
posterioridad se nombra comisión para la realización del estándar, formada por
personal perteneciente a la sociedad y al resto de los aficionados, tanto de
Vélez como de las poblaciones antes mencionadas.
La
denominación “BUCHÓN VELEÑO”, es reciente unos veinte años aproximadamente, con
anterioridad se conocía y de hecho algunos aficionados aún los nombran como
“CASTELLANO”, sin que esto indique que proceda de Castilla, sino que tiene raza
casta para distinguirlo del resto de los palomos que no tienen raza.
ALOGÍA
Tanto
por su aspecto general, como su particular forma de colocar la cola, entendemos
que puede emparentarse de alguna forma con la raza Buchón Colitejo.
Debido
a lo reducido de la zona donde se desarrolla, esta afición ha sufrido a lo
largo de su historia altibajos, motivados esencialmente por acumulaciones
parenterales, que en algunos casos han degenerado al palomo por exceso de
consanguinidad.
Sin
tener una clara consciencia del problema, ni unos grandes conocimientos en
genética, los aficionados para eliminar este problema, han recurrido a
distintos cruces, la mayoría de los cuales ha supuesto un rotundo fracaso. De
todos los cruces que conocemos, los realizados por el Valenciano Antiguo,
Laudino y el Zurito, han conseguido dar ejemplares aceptables, que entrarían
dentro de las exigencias de la afición y que eliminaron la excesiva
consanguinidad, luego tras sucesivos cruces con el Veleño tomaría el aspecto
fenotipo de la raza.
Aspecto General:
El Buchón Veleño, es esencialmente un palomo de vuelo. Esto es de tal manera
cierto, que ningún aficionado antepone la belleza y la perfección de formas con
la afición que se pose y que sea duro. Estos aspectos, que en principio parecen
reñidos, no lo están existiendo un porcentaje muy elevado de ejemplares que
cumplen en gran medida todas las exigencias.
El
período de celo del Buchón Veleño, se desarrolla entre los meses de octubre a
abril existiendo dos modalidades de desarrollar la afición. La suelta de machos
y la de hembras.
Tanto
los machos como las hembras con anterioridad a la suelta en celo, han estado un
período de unos seis meses emparejados, para darles la querencia necesaria a su
palomar. Para ello se unen los machos de las plumas de vuelo, todos a excepción
del bayo y tostado, con las hembras que serán de pluma baya y excepcionalmente
la de tostada.
Aspectos Particulares:
Machos: Para que un palomo se considere que reúne todas las características
de la raza veleña, a parte del aspecto exterior fenotipo de la misma, que reunir
otros aspectos particulares que corresponderían a su genotipo y comportamiento,
que s puede resumir en tres:
A)
Que pare o se pose en el
palomar de la hembra.
B)
Que sea duro y no sucumba
al poder seductor de la paloma ni a la dureza de ésta.
C)
Que sea meloso y arrastre
hasta su palomar el mayor número de palomas posibles.
Es
interesante que el palomo se desenvuelva bien y visite a otras hembras
concentrando su esfuerzo en aquella que demuestre debilidad.
Por
lo general los machos están sueltos todo el período de celo, en grupos como
máximo de cuatro, aunque lo normal es que en la suelta sólo estén dos o tres
ejemplares.
Hembras: Antes de soltar una hembra en celo, ésta debe encontrarse
perfectamente mudada y con síntomas manifiesto de celo. Como se ha expuesto con
anterioridad, sólo se permite el vuelo de hembras de pluma baya y como
excepción tostada. Al igual que el macho, la hembra tiene una serie de
exigencias entre las cuales no se incluye el que pare (aunque existen
ejemplares que lo hacen igual que el macho), y que resumimos en tres:
A)
Que vuele con cierta
frecuencia y vistosidad, para atraer hasta su palomar al mayor número de machos
posibles.
B)
Que sea dura soporte el
cortejo de uno o más machos manteniéndose firme en su palomar.
C)
Que sea cajonera, es un
término de la afición que define a las palomas que en presencia de un macho, se
introducen en su palomar manteniéndose en él, el tiempo que permanezca el macho
posado. Esto afecta de manera negativa a algunos machos que sucumben y entran
en el palomar de la paloma terminando ahí su historia.
Las hembras se vuelan de una en una, por un
período que va desde una a cuatro semanas cada una, no pudiéndose intercalar
durante este período el vuelo de machos y hembras.
BLANZA
Buche
redondeado, ligeramente caído, con una raja marcada que no llega a dividir el
buche. La pluma de aspecto sedoso y esponjoso, le confiere una sensación de
mayor volumen. Su porte mediano, ligero de peso, patas erguidas y finas, su
cuello es largo, su cabeza es fina de forma redondeada, su pico es mediano y
fino y sus carúnculas nasales finas, en algunos ejemplares marcados
simplemente.
Su cola es mediana en forma de teja, ligeramente caída y en vuelo la mantiene casi abierta. Su vuelo es reposado y armonioso especialmente cuando se acerca una paloma.
Es fuerte con gran apego a su territorio, muy meloso con la hembra, aunque mantiene cierta distancia a la hora de seducirla, es bronco ante situaciones de cambio, incluso en su territorio. Gusta de situarse en puntos altos de sus dominios desde donde otea el vuelo de las palomas siguiendo a aquellas de pluma baya que se encuentran en celo. Muy activo, dándose el caso de ejemplares que se posan en el palomar de la hembra más de cien veces al día y otros que visitan distintos palomares. Tanto los machos como las hembras se suelen mantener en vuelo un máximo de seis años, excepcionalmente se puede mantener hasta diez años especialmente las hembras. Estos palomos salvo casos aislados, no suelen hacer caso a los palomos perdidos, ni a los que vuelan en banda.
Lo
que en otras razas conocidas, puede considerarse como excepción, en la raza
veleña es una norma. Al igual que el toro bravo, no lo es, hasta que no ha
superado una lidia respondiendo en cada uno de los tercios. La raza veleña
tiene que superar, una vez responde a su fenotipo, con una prueba para que los
más exigentes no termina con el primer celo sino que tiene que refrendarlo en
los sucesivos.
De esta exigencia en los aficionados, dependerá la calidad de los ejemplares de cada uno de ellos y del conjunto de la afición. Ya que los reproductores serán aquellos ejemplares que respondiendo al tipo de la raza hayan correspondido igualmente con su comportamiento en vuelo.
Aspectos generales: En este apartado se integran los rasgos que determinan la raza y que tienen una gran importancia, al poder valorar la armonía del palomo, sus dimensiones y peso, la postura que adopta y su temperamento, factores muy importantes así como la viveza de sus colores y la suavidad de su plumaje.
El
largo medio oscila entre 25 y 28 cms. Y en su peso entre 300 y 400 grs.
Cabeza:
Es redondeada y homogénea, sin presentar aristas. Los ojos son de color rojo
intenso en las plumas oscuras, y pardos en las claras, a excepción de los
blancos o jazmines que son negros.
Los
ribetes oculares son finos y presentan una tonalidad similar al color del
plumaje.
El
pico es mediano y fino.
Las
carúnculas nasales, deben ser finas, en algunos ejemplares especialmente las
hembras marcadas simplemente. Su forma se asemeja a una uve poco pronunciada,
no debe presentar fisuras ni pliegues.
Buche y cuello:
El buche arranca de la mediación de la parte inferior del pico y se descuelga
ligeramente formando un pliegue, esta característica se acentúa en los
ejemplares de más edad. Es de forma redondeada ligeramente caído y presenta en
la mayoría de los ejemplares una raja en el centro del mismo que no lo llega a
dividir.
En
la época de invierno tras la muda otoñal presenta unas cerdas que desaparecen o
disminuyen en la época de estío. El tamaño del buche es mediano sobresaliendo
ligeramente de los codos alares.
En
vuelo lo lleva caído aumentando su tamaño cuando se roza con el sexo contrario.
El
cuello es largo, lo que da un aspecto elegante y una sensación de dominio en
sus movimientos, especialmente cuando se posa en palomar ajeno y en presencia
de una hembra.
Las
plumas son finas y sedosas.
Albardilla:
Es ancha sin presentar enrizamiento excesivo, ni moño.
Cola: Es mediana,
formada por doce plumas anchas y que parece proyectarse desde la cabeza con el
mismo ángulo hasta el suelo. En vuelo la mantiene abierta ligeramente caída,
encogiéndola cuando se va a a posar y en presencia del sexo contrario, para
resaltar su belleza y armonía.
Patas: Son
largas, finas limpias de plumas y de color rojo subido.
Alas: Son medianas
destacando diez plumas de vuelo, no llegan al filo de la cola ni las cruza
sobre esta.
Colores:
La gama de colores no es tan extensa como la de otras razas, predominando los
azules en sus distintas tonalidades, ahumados, negros o cuervos, tostados,
blancos o jazmines, prietos, bayos en sus distintas tonalidades desde perlas
hasta azulados y verdinos.
No se admite los colores plateados,
tobis ni chorreados.
Vuelo:
Dado que se trata de una raza de las denominadas “Ladrón”, el vuelo adquiere
una gran importancia, equiparable a todos los demás aspectos descritos
anteriormente. Es muy importante que la perfección de formas demostrada en el
casillero las iguales o supere en el vuelo especialmente lo armonioso de su
vuelo y lo más destacable dentro de esta afición su comportamiento.
DEFECTOS MÁS IMPORTANTES:
Cabeza:
·
Aristada, excesivamente
redonda y estrecha.
·
Pico excesivamente gordo y
largo, acaramelado en plumas oscuras.
·
Carúnculas nasales
grandes, con incisiones o pliegues y uve excesivamente pronunciada.
·
Ojos ribeteados rojos,
ribeteados excesivamente, parcheado, pardo en los blancos o jazmines.
Buche:
·
Subido, excesivamente
caído, redondo y estrecho, cuello corto dando sensación de rechoncho.
Albardilla:
·
Estrecha, formando moño.
Cola:
·
Llana, más de doce plumas,
rota, excesivamente metida u horizontal, larga o corta.
·
En vuelo, que lo haga con
la cola cerrada, llana, entubada y excesivamente caída.
Ala:
·
Caída y que sobresalgan de
la cola.
Patas:
·
Cortas y emplumadas o
calzadas.