Publicado el 14/11/2019 a las 15:58
Genealogía: Tiene su origen genético en el resultado de cruzar el Laudino
Valenciano con un determinado Rafeño altamente influenciado por el Gorguero y
algo de Marchenero antiguo (ambos buchones). De aquella inicial hibridación,
sobre los años 1.939/40, se modificaron ciertos caracteres estéticos y
eliminados otros de condición o comportamiento, consiguiendo así un prototipo
distinto del resultado que, en principio, aportaron las razas que lo integran.
Ya, con la debida fijación selectiva, nace en Sevilla el Buchón "LAUDINO
SEVILLANO".
Semblanza: Palomo buchón, de buche redondeado en forma de pera y de pluma sedosa
y esponjosa; tamaño mediano y de gran armonía de proporciones; ligero de peso;
patas medianas y de constitución fuerte. Su cabeza, constituye uno de sus
principales determinantes estéticos; suavidad de líneas curvas; desarrolladas
carúnculas nasales; pico mediano y grueso y ojos vivaces de orla plana y
ligeramente espaciosa de color pajizo preferentemente.
Temperamento: Ágil, dinámico, altamente temperamental y con gran apego a su
territorio. Sus acuciantes dotes de seducción, su arrullo de tonalidad grave,
su comportamiento meloso con la hembra y la particular facultad para el vuelo,
efectuando distancias en búsqueda de emparejamiento, le hacen ideal para la
"suelta en celo" (tiempo en vuelo sin hembra) para cuyo fin se
destina y selecciona. Ha de cuidarse, pues, de su moderada constitución
atlética y de su dulzura con la hembra, sin que por ello pierda nada de sus
características. Todas estas particularidades han de valorarse en certamen de
ámbito cerrado, según el entendimiento de los jueces especializados de la raza
que regula el presente estándar.
ESTÁNDAR
Aspecto general: En este apartado se integra la puntuación por proporciones o visión
armónica de conjunto; los signos de nobleza o determinantes ocultos de la raza
y todas las cualidades deseadas son de las razas matrices que lo formaron. Las
proporciones deseadas son: largo de 23 a 28 centímetros, medición a tomar desde
el extremo anterior de la quilla hasta el final de la cola; anchura del pecho,
lo más aproximado a la mitad del largo y el peso, entre 410 y 460 gramos. En
posición estática, el cuello debe ser erguido, esbelto.
Cabeza, línea que configura
su entorno: Rigurosamente uniforme y suave la curvatura o
silueta de su cabeza; sin el más ligero promontorio ni hendidura en toda su
trayectoria desde la punta del pico a la nuca, acentuada en los dos extremos;
mediación del pico y poco antes de la nuca. Esta armonía de línea, sólo será
interrumpida temporalmente, por el lugar que ocupan las carúnculas nasales;
prescindiendo imaginativamente de éstas, ha de observarse que cabeza y pico
aisladamente, siguen la misma línea ovalada. Se dice que la cabeza de un
Laudino Sevillano, es "almendrada" por la similitud de su silueta con
la de una almendra por su parte más curvada, o que es "acarnerada"
por el parecido con la frente de carnero. La pluma, debe ser corta, suave y
bien asentada.
Carúnculas nasales: Deben ser abundantes, con uniformidad entre ambas y con el mínimo de
rugosidad; abiertas por la parte alta, junto a la frente; en disminución hacia
la comisura del pico, en línea ovalada; llenas, repletas y desprendidas hacia
arriba: similar a un triángulo equilátero, redondeado por sus ángulos y algo
por sus caras. Vistas frontalmente, con el pico como primer plano, las
carúnculas nasales en círculo, deben tapar parcialmente la frontal de la
cabeza, con un reparto uniforme.
Verrugas: Las verrugas, son unas membranas carnosas y redondeadas, similares en
composición y colorido a las carúnculas nasales, situadas en la parte inferior
del pico. Como ideal, debe tener tres del tamaño de vezas remojadas y más
abultada la del centro, aisladas entre sí, delimitando el contorno de cada una
aunque estén juntas. Puede tener una sola, la del centro, que habría de ser más
gruesa o las dos laterales, puntuándose por este orden. Las verrugas, unidas a
las carúnculas nasales en círculo, es apetecible que formen la apariencia de
una especie de "rosco" que, como factor estético, favorece el
conjunto de la cabeza.
Pico: Mediano y grueso, en forma de piñón; la mandíbula superior, por
encima, debe tener su propia curvatura, más agudizada que de la cabeza, pero
siguiendo desde su parte trasera, el mismo trazado o armonía de línea con el
resto de la cabeza; en la mandíbula inferior, la curvatura hacia arriba, es más
leve; ambas mandíbulas, deben estar perfectamente encajadas entre sí y sin
desviaciones laterales; si la superior rebasa a la inferior, sólo será
admisible mínima dimensión, sobre 2 m/m. del revestimiento del pico; la coloración, va estrechamente relacionada con
la pigmentación propia o plumaje, siendo deseable, dentro de lo posible, las
tonalidades claras, como hueso, cuerno... si por otras partes del cuerpo, no
presenta síntomas de albanismo.
Ojos: Los ojos, deben ser hermosos espaciosos; estar situados más cerca de
la boquera que de la nuca e inmediatamente encima de una supuesta recta boquera
- nuca o incluso tocándola; si sobresaliente ni hundido con respecto a la cara
y su color, acorde con el del plumaje pero de fuerte coloración, denotando la
fogosidad del animal y sin manchas en él por desequilibrio melánico.
Ribete del ojo: Las membranas que circundan los ojos, deben ser una orla espaciosa,
situada en el mismo plano de altitud que el ojo y la cara y de color amarillo pálido con
preferencia o, también blanco como la carúncula nasal o según el plumaje,
puntuándose por este orden. En todo caso, no debe ser carnoso o abultado para
no hacerle perder la redondez interior ni el volumen del ojo.
Buche: Abultado, redondeado y medianamente colgante, tomando como base la
quilla, en forma de pera; de pluma sedosa y esponjosa; con los extremos
laterales debe cubrirle los codillos de las alas e incluso rebasarlos; el
tornasol del buche, ha de llegarle hasta final de lo que en sí es buche, hasta
la quilla. Partiendo de la parte baja del pico y surcando toda la frontal del
buche... es deseable que tenga un pliegue vertical que aparenta, en su caso, el
estar rajado, se denomina "buche rajado" y es una cualidad muy
estimada.
Albardilla, cola y patas: La albardilla, ha de ser ancha, siempre que su exceso, no de motivo a
que ahueque la cola, admisible esta caída de cola sólo en mínima proporción. La
cola, debe ser mediana y plana y en la mano aparentarlo. Las patas, deben ser
medianas y con aspecto de fortaleza (se utilizan anillas de 9 m/m.), las uñas,
también deben ser medianas.
Colores de pluma: Se admiten todos los colores, puntuándose menos los que tengan
intercaladas plumas blancas por desequilibrio melánico.
Defectos: Buche pequeño, descolgado o rozado; Tamaño o Peso desproporcionado;
Cabeza falta del armónico arqueado exigido; Carúnculas Nasales escasas o
desiguales; Pico fino, en forma de punzón, sobresaliente con exceso la parte
superior en forma de gavilán, que la mandíbula inferior esté inclinada hacia
abajo semejándose a un plátano; ribete del Ojo carnoso; Pluma mal constituida,
defectuosa o mal cuidada; Alas colgantes (aleto), no llegarle hasta el final de
la cola; Cola caída o ahuecada con exceso o algo subida por los lados.
Maltratar a la hembra. Y, en general son defectos, todo cuanto vaya en contra
de las descritas propiedades de la raza, teniendo más tolerancia, los pequeños
desequilibrios entre las características de las razas que lo integran, que las
influencias extrañas a estas razas.
Observaciones: Las formas óptimas y proporciones a que se refiere el presente estándar, han de considerarse en plenitud de desarrollo, cumplido el tercer ciclo de muda, a los dos años y medio aproximadamente. En las hembras, por lo general, sus rasgos son menos agudizados.