BUCHÓN JIENNENSE

BUCHÓN JIENNENSE


Publicado el 16/10/2019 a las 19:30



Generalidades: El palomo buchón Jiennense reúne los condicionantes de muchas de las razas que hoy en día imperan por distintos lugares donde se cultivan y prodigan éstas razas de palomos buchones. La primordial o más exacta es, que no es una raza primitiva, sino la consecuencia de diferentes cruces de distintas razas, hasta la consecución de un palomo definido en sus características, que tras las consultas con aficionados antiguos nos han hecho llegar a las conclusiones que después desarrollaremos en sus distintos aspectos. Sí queremos resaltar que, buscando los antecedentes generacionales, han aflorado según los consultados, razas muy diversas, tales como buchón valenciano, orguero, gorguero, rafeño, murciano, por lo que son tan poco definitorias tal cantidad de razas, que obviamos el poder definir cuál o cuales de ellas tienen preponderancia en los palomos actuales.

 

Aspecto general: Su tamaño es mediano, de cuello recio, esbelto, en posición normal estirado, largo y echado un poco hacia atrás, de pecho ancho, alas grandes y poderosas para el vuelo, no debiendo sobrepasar las plumas de la cola, quedando un par por encima de ésta, en su posición de arrullo. No debe de arrastrar el buche por el suelo, no bajo de patas, más bien un poco esbelto, lo que le da un aspecto armonioso.

 

Cabeza: Fuerte, no muy ancha en su parte superior, pero si almendrada, formando una línea elíptica desde la parte anterior a las rosetas, hasta el inicio de la parte posterior del cuello, no debiendo de presentar hendidura tras las rosetas, llamado hachazo, sino formando una línea regular.

 

Ojo: El iris debe ser rojo pigmentado, brillante en los azules, negros, toscados, mulatos y colores afines, siendo en los de pluma clara como bayos, cenizos, blancos y de color rosa, anaranjados. En ninguno de los casos de color amarillo o verdoso.

 

Pico: en su primera edad da la sensación de ser más bien largo, pero a medida que va alcanzando madurez engordando las rosetas, desaparece esa largura aparente de su primera edad. Deberá ser fuerte y algo romo, no presentando forma de pico de loro. En la parte posterior suelen aparecer en algunos ejemplares dos o tres verrugas no considerándose defecto el no tenerlas.

 

Rosetas o Carúnculas: En su primera edad largas, lisas, hacia arriba, formando dos triángulos, los cuales con la edad van aumentando considerablemente.

 

Patas: Deberán ser proporcionadas al palomo, de un tamaño mediano, no deberán ser cortas, ni demasiado altas, ni ser calzadas de plumas, denotando un color rojo algo moradas, cubiertas de escamas.

 

Cerco de ojos: Este es un detalle muy característico en nuestra raza, debe ser de color gris intenso, en los azules y betún en los negros, y rosado en los de pluma clara. Este ribete debe ser fino y un poco pronunciado en su parte anterior de ojo, aumentando un poco con la edad, tanto el ribete como el abultamiento.

 

Buche: Este deberá tener forma de pera, no muy grande, algo descolgado, en posición normal, no debiendo de arrastrarlo arrullando, evitando con ello el balanceo en el vuelo. No debe de tener el buche alto o subido a los lados del cuello. Posee una irregular tirilla emplumada que parte el cuello en dos mitades sin llegar al buche. No se considera defecto el que no la tenga.

 

Pluma: Pegadas al cuerpo, brillantes y sanas, admitiéndose cualquier variedad de tonalidad de color, pero siendo preponderante los colores como los azules en primer lugar, toscados, negros gotados o franciscanos, avionados, porcelana o pelo de rata, cenizos, etc. La cola de tamaño mediano, normalmente de 12 plumas, anchas y vigorosas.

 

Conjunto en vuelo: Con el cuello elevado por encima de la espalda, formándose un morrillo al encontrarse con una paloma ajena, temblándole ligeramente.

 

El buche descolgado en forma de pera, con la misma forma y posición que arrullando, nunca descolgado exageradamente ya que daría lugar al balanceo.

 

Las alas deberán llevar un movimiento acompasado y tirar los vuelos en forma de remos.

 

La cola por sus extremos algo vuelta hacia arriba, no despreciando a los que la llevan en posición plana.



 PATRONES DE INSTINTO Y CONJUNTO EN VUELO DEL BUCHÓN JIENNENSE

 

INTRODUCCIÓN

 

En el año 1984, la Federación Española de Colombicultura aprobó el ESTÁNDAR morfológico del BUCHÓN JIENNENSE, (en adelante BJ), en el que se incluía un apartado CONJUNTO EN VUELO, (en adelante CV), que consta de cuatro puntos precisos que, aunque escuetos, definen perfectamente  cómo deben volar los individuos de esta raza.

 

Además, por estar abiertos y adaptados a unos gustos y tendencias que se auguraban cambiantes, han sido el referente de selección desde su aprobación.

 

Estos puntos, serán destacados en cursiva y considerados la base, en cuanto a FORMA Y FIGURA DE VUELO se refiere.

 

INSTINTO

 

Considerado como el apego que la paloma tiene, de forma natural, al lugar  donde nace, característica que fue aprovechada desde la antigüedad por el hombre para formar sus primeros palomares. Por lo que cabe suponer que la selección, en un principio, se pudo centrar en torno a los ejemplares observados con mayor predisposición para volver acompañados de una hembra en celo. Así se vivieron los primeros rituales de conquista, que prenderían de inmediato en el palomero debido a dos poderosas razones:

 

1-    Basada en un marcado sentid práctico, al añadir un aporte más a su dieta.

2-    Proporcionándole un magnífico espectáculo de entretenimiento y diversión.

 

Y cabe suponer que, debido al peso de estas circunstancias, este primer ritual no ha tenido dificultad en perdurar hasta nuestros días. Será denominado como FAENA, y se desarrollará, indistintamente y de forma complementaria, en el aire primero y en el palomar después.

 

Y, por su especial importancia, como se ha podido comprobar por lo comentado con anterioridad, será considerada la PIEDRA ANGULAR de la colombicultura, hasta el extremo de no evaluar los puntos siguientes de CV, di ésta –la faena- no es superada previamente.

 

Y se significa que esta medida, lejos de ser restrictiva, va encaminada al mejoramiento de la Raza; pues se trata de seleccionar ejemplares de entre los que mejor trabajen, los que tengan más belleza en sus distintas “posturas”.

 

 

- FAENA EN EL AIRE: Este parámetro puede admitir dos métodos fundamentales de evaluación que, según la circunstancia, también se pueden combinar según convenga:

 

El primero consiste en volar los ejemplares, uno a uno, en solitario.

 

Y el segundo contempla el vuelo de varios a la vez. En cuyo caso se soltarán paulatinamente y se cuidará de que su número no sea excesivo, con la idea de que no se molesten.   

 

Si se elige la segunda opción se contribuye a fomentar el trabajo en equipo, se propicia la competición, se enaltece la FAENA para mayor diversión y, a su vez, se hace compatible la evaluación de varios competidores.

 

Los ejemplares en suelta estarán atentos a cualquier movimiento de “pluma” o “pieza” (cimarrona, zurita, macho o hembra, o incluso algún pichón extraviado, etc.), que visualicen desde el palomar. En este caso suele salir “palmeando” para, seguidamente, iniciar la PERSECUCIÓN, adoptando predominantemente la figura de TIRAR, hasta que se produce el encuentro. Pero si se trata de una hembra sin celo, tras algún intento fallido, lo detectará y abandonará de inmediato; reservando su energía para proseguir una nueva búsqueda hasta encontrar otra que sí lo tenga  y se muestre receptiva. En cuyo caso, su comportamiento será perseguirla con insistencia, hasta conseguir atraerla a su palomar.

 

Pero en cualquier caso, cuando el encuentro se produce con un “perdido”, ya no importa que se trate de adulto o pichón, macho o hembra, etc., su comportamiento será similar al efectuado con una hembra en celo.

 

Y ya, en las inmediaciones del palomar, después de unos vuelos de tanteo, tendrá lugar el bello ritual de conquista, del que disfrutaremos admirando sus distintas “poses” de vuelo, en las que hará derroche de sus innatas dotes de SEDUCCIÓN.

 

A partir de aquí, en cualquier momento, un macho que ya se siente triunfador, intentará conseguir posar la “pluma” en su palomar.

 

Durante ese proceso se valorarán especialmente las cualidades del galán que a cierta distancia del palomar, inicie un acusado y repentino descenso encaminado a despistar a  los demás competidores.

 

Otras veces suelen salir a hurtadillas, sobre todo cuando no se vislumbra nada en el horizonte, ralentizando el vuelo al pasar por otros palomares (MARCADAS). Y en los que, excepcionalmente, se puede permitir que haga una brevísima parada si detecta una posible “conquista” y no consigue arrancarla tras reiteradas pasadas. Aunque de producirse este supuesto, debe dar un rápido “SAQUE” al objeto de evitar ser atrapado con “malas artes”. De esta forma demuestra su capacidad de CONSERVACIÓN.

 

 

-          FAENA EN EL PALOMAR: A su llegada al palomar acompañado de “pluma” los ejemplares con casta entrarán raudos en su casillero con la intención de mostrarlo. Saliendo de inmediato para comprobar que su conquista sigue allí, e intenta atraerla a su respectiva morada. Aunque si esta se resiste, no dudará en propinar ligeros empujones con el buche y algún que otro picotazo, con más amor que saña, justificados únicamente por la presencia y cercanía de otros competidores. Fuera de esta circunstancia el palomo presentará una actitud y comportamiento de nobleza, sin picar a la hembra.

 

A lo largo de este proceso, en cualquier instante, un macho cualquiera, ante la frustración de no sentirse conquistador suele dar algún “SAQUE” empujando por su instinto, con la intención, como su propio nombre indica, de “sacar” a la hembra de las inmediaciones del palomar, con el fin de alejarla de la influencia de los demás, que también deben seguirla. Este intento suele terminar cuando el galán elegido conecta de nuevo con la hembra, y consigue sin dificultad posarla definitivamente en el palomar. Entonces, todos a la vez y en último intento, la “trastearán” en vuelos de entorno (TRASTEOS), hasta que el elegido consigue meterla definitivamente en su casillero. En ese justo momento la FAENA está concluida.

 

En cuanto a las hembras de esta Raza, por volar de forma y manera similar a los machos, pueden ser evaluadas con los mismos PATRONES DE VUELO. Pero teniendo en cuenta por el evaluador, en aras de que no sean perjudicadas, las siguientes variantes con respecto a sus compañeros:

 

a)   Su celo, excepto el primero, es cíclico y muy corto.

b)   Su tendencia natural, salvo contadas excepciones (machear), al contrario que los machos, no es la de “tirar a encerrar”; sino la de seguirlos y “encerrarse” con ellos.

c)   También suelen retirarse del vuelo tras ser evaluadas por el palomero en su primer celo; circunstancia incompatible con un buen estado de forma.

 

-          ARRULLO.- Factor de vital importancia por ser el lenguaje de las palomas. En íntima relación con la FAENA EN EL PALOMAR, ya que de su tono melodioso y potencia de llamada pueden depender la consumación de la conquista: EL ENCIERRE.

 

CONJUNTO EN VUELO

 

Este apartado se puede definir por las distintas ”poses” o “posturas” que el palomo adoptado en el aire durante el proceso de conquista. Destacaremos como las más importantes: AZURITADO, TIRAR, PUESTO O COLOCADO, pasando por una serie de posiciones intermedias.

 

-          FUNCIONALIDAD: Según la zoología la  funcionalidad “es el conjunto de características de un animal que contribuyen a dar un mayor rendimiento a sus funciones orgánicas y actividades habituales: “Trasladado a nuestro caso en concreto se puede decir que es. La facultad que debe tener el palomo para cambiar, sin dificultad, de una “postura” a otra, según requiera el momento de la conquista.

-          CUELLO: Será grueso, y lo llevará lo más alargado posible, aunque cuidando que su longitud guarde una estética proporcional con respecto al cuerpo del palomo. “Elevado por encima de la espalda, formándose un morrillo al encontrarse con una paloma ajena, temblándole ligeramente”.

-          CABEZA: Formará proyección con el cuello, aunque con una suave inclinación sobre el mismo para favorecer la aerodinámica. Girándola cuando convenga en cualquier dirección. En el “argot palomero” a esos bonitos giros se les llama BICHEAR.

-          BUCHE: “Descolgado en forma de pera con la misma forma y posición que arrullando, nunca descolgado exageradamente ya que daría lugar al balanceo”. En ocasiones, dependiendo del momento, lo moverá en ligeros vaivenes.

-          ALAS: “Deberán llevar un movimiento acompasado y tirar los vuelos en forma de remos”. Y al pasarse en todo momento, tal como se indica en el apartado “Aspecto general” de su ESTÁNDAR MORFOLÓGICO, “por encima de la cola”.

-          COLA: En su posición de PUESTO o COLOCADO “la cola por sus extremos algo vuelta hacia arriba, no despreciando a los que la lleven en posición plana”, ni a los que la lleven más vuelta, como respuesta a las últimas tendencias.

-          PATAS: Como en todas las aves en vuelo irán pegadas al cuerpo. Sin despreciar aquellos ejemplares que las dejen caer ligeramente; sobre todo después de un vuelo prolongado en un día de calor.

-          AZURITADO: Como su propio nombre indica, se dice del palomo que adopta la figura del “zurito”. Es de todas la más aerodinámica.

-          TIRAR: Figura de extraordinaria belleza, en la que, desde la cabeza hasta el extremo de la cola, guardará una proyección próxima a la rectilínea. El cuello lo llevará estirado, la cola semi-plegada y los remos los “tirará” muy seguidos al objeto de conseguir el mayor avance posible.

 

Esta forma, también aerodinámica, la puede adoptar cuando efectúa la PERSECUCIÓN; o en el intento de apartar la hembra, de forma rápida, de la influencia de otros galanes.

 

-          PUESTO o COLOCADO: Decimos que un palomo adopta esa posición cuando se siente vencedor en la pugna entre sus compañeros competidores. Momento en el que se sitúa al frente de la que ya considera su “conquista”; y despliega en su máximo esplendor todos los elementos tratados. En esta espectacular “pose” remará más lento y pausado. Es el instante en que la cola, el obispillo, la espalda y el cuello, conforman una suave configuración cóncava. Más acentuada en este último –en el cuello”, que lo llevará todo lo estirado posible, y “elevado por encima de la espalda”, formando un ángulo con la proyección del cuerpo, que puede oscilar en torno a los treinta y cinco grados. Aunque cabe significar que esta posición que tanto gusta, también denominada en el “argot palomero” “meter riñones”, no deberá prolongarse excesivamente por ser la menos natural, y por ende la que mayor resistencia ofrece al aire.

 

-          DISTANCIA Y ALTURA: El ejemplo dispondrá del vigor y forma física necesaria para elevarse y distanciarse con toda la eficacia que requiera la FAENA EN EL AIRE. Como muestra de su capacidad, nunca presentará signos evidentes de fatiga; llegando al palomar con el “pico cerrado” siempre que el calor no sea excesivo.

 

 

Reparto de los elementos puntuables

 

A.- FAENA EN EL AIRE Y CAPACIDAD DE CONSERVACIÓN.......... apto____. no apto ___

B.- FAENA EN EL PALOMAR................................................................. apto ____. no apto ___

 

1º ARRULLO ........................................................................................  5 PUNTOS

2º FUNCIONALID, DISTANCIA Y ALTURA........................... .... 15 PUNTOS

3º CUELLO................................................................................. ......... 10 PUNTOS

4º CABEZA............................................................................................ 5 PUNTOS

5º BUCHE................................................................................... ......... 10 PUNTOS

6º ALAS.........................................................................  ..................... 10 PUNTOS

7º COLA.................................................................. ............................ 10 PUNTOS

8º PATAS............................................................................................... 5 PUNTOS

9º AZURITADO.................................................................................. 10 PUNTOS

10º TIRAR............................................................................................. 10 PUNTOS

11º PUESTO O COLOCADO.......................................................... 10 PUNTOS

 

                                 TOTAL........................................................ 100 PUNTOS

 

  

 Capítulo de conclusiones

 

-          Antes de aplicar a un palomo los PATRONES DE INSTINTO Y C.V., deberá haber superado previamente el ESTÁNDAR MORFOLÓGICO, con una puntuación mínima de SUFICIENTE.

 

-          Por razones obvias, las evaluaciones no podrán efectuarse fuera de la época de celo, en periodo de muda, en días de fuerte viento, lluvia o niebla, en horas previas al anochecer, etc., y en cualquier circunstancia que dificulte la evaluación.

 

-          Para suplir la escasa probabilidad de que se den los supuestos contemplados en las FAENAS EN EL AIRE y en el PALOMAR, el dueño de los palomos a evaluar deberá contar con una hembra en celo en perfecto estado de forma.

 

-          Ante el evidente declive del trabajo de la Raza en cuestión, el evaluador en aras de la viabilidad, en un principio ajustará la aptitud del ejemplar a tal circunstancia; que será compatible con una paulatina exigencia hasta alcanzar las cotas de antaño.

 

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 Jiennense en vuelo


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